12.03.2015 Harold Borrero y el paisajísmo

La arquitectura del paisaje es el arte y la técnica de proyectar
espacios abiertos, tanto públicos como privados, e incluye igualmente
la restauración medioambiental y la planificación de parques, espacios
de recreo y jardines. Su importancia es cada vez mayor si se piensa en
ciudades y edificios sostenibles, especialmente en países tropicales
(sin estaciones) como Colombia, en donde puede contribuir mucho a
recobrar el carácter bioclimático de la arquitectura, siguiendo el
buen ejemplo de los patios, solares y vergeles de la edilicia
colonial.

Harold Borrero Urrutia, a quien en 2008, la Sociedad Colombiana de
Arquitectos otorgó el Premio "A Toda Una Vida", fue un arquitecto
dedicado al paisajismo, y un maestro muy recordado por sus alumnos.
Arquitecto de la Universidad Nacional y Magister de Arquitectura de la
Universidad de Pennsylvania, fue decano de la Facultad de Arquitectura
de la Universidad del Valle, y asesoró el proyecto de su sede de
Meléndez, donde diseñó espacios deportivos al aire libre. Igualmente
aconsejó al municipio de Cali en sus intervenciones en el espacio
público.

Fue durante mucho tiempo profesor de diseño y tecnología de la
construcción en la Facultad de Arquitectura de la Universidad del
Valle, y después fundó, junto con su esposa, la arquitecto paisajista
Lyda Caldas, la especialización en paisajismo de su actual Escuela de
Arquitectura, de la Facultad de Artes Integradas. Y con los primeros
egresados de ese nuevo plan de estudios fundó la Sociedad de
Arquitectos Paisajistas del Suroccidente, SAPSO, donde participó en
sus diferentes actividades hasta su muerte el martes de la semana
pasada.

Entre sus trabajos de arquitectura hay que destacar su proyecto para
el Banco Central Hipotecario en El Lido, al sur de Cali, que, ya con
cerca de medio siglo, continúa siendo sin duda, pese a los atropellos
que ha sufrido, una de las mejores agrupaciones de vivienda en el país
por su rica vegetación y ser un pulmón de la ciudad, como por el
acertado diseño de sus casas. Y su polígono de tiro para los VI Juegos
Panamericanos, con Álvaro Bejarano, realizado en guadua y con cubierta
de palma, lamentablemente poco conocido, fue una interesante propuesta
en varios sentidos.

Afortunadamente para Cali la preocupación por la vegetación y el
paisaje en esta ciudad tan maltratada por la mala arquitectura –esa
que ignora su relieve, vegetación, clima y paisaje- la mantendrán viva
–verde y en espera de que florezca- los arquitectos paisajistas
formados por Harold Borrero y Lyda Caldas, cuyo libro "La Flora
ornamental Tropical y el Espacio Urbano" editado en Cali por el Banco
Popular en l979, es un clásico del arte y la técnica de la
arquitectura del paisaje en Colombia, re editado en 2004 con el titulo
de “Flora en el espacio público”.

Todo un trabajo precursor, que hay que recordar y divulgar ahora que
Colombia podría liderar un plan global para proteger la Amazonía a
gran escala, un proyecto verde que realmente aseguraría nuestro
futuro, y ya se ha comprometido a reducir a cero la deforestación de
esa reserva ambiental, la más grande del mundo, para 2020,
anticipándose a la próxima cumbre climática de la ONU en París este
año, cuyo objetivo es lograr un acuerdo que propicie una acción fuerte
contra las emisiones de gases de efecto invernadero.

Columna publicada en el diario El País de Cali. 12.03.2015
   

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